Primer Encuentro:
Analizamos entre todos las diferentes imágenes, observamos sus vestimentas, imaginamos las posibles relaciones que tienen entre sí. Luego fuimos comentando ¿qué es lo que representan esas imágenes? ¿Que relaciones tienen entre sí las personas que están en la foto?.
Foto 1 |
Foto 4 |
Los
matrimonios infantiles constituyen una violación de los Derechos del Niño y, en
particular, de los de las niñas. Despojadas de su infancia, se transforman en
esposas y madres sin contar aún ni con la madurez ni el discernimiento
necesarios para aceptar y entender lo que el matrimonio significa e implica.
En
algunos países es costumbre que las familias elijan al marido o la mujer de sus
hijos. Por lo tanto, a menudo ocurre que un hombre joven o una mujer joven es
casado(a) sin su consentimiento. Esto es lo que se conoce como matrimonio
forzado.
Cada
año, millones de niños y niñas son casados contra su voluntad o sin entender
realmente las consecuencias de lo que están consintiendo. La ambigüedad que
existe entre el matrimonio forzado y el matrimonio concertado impide una
determinación precisa del número actual de niños -y sobretodo niñas- que son
casados y casadas a la fuerza. No obstante, ya sea concertado o forzado, el
matrimonio infantil constituye una violación de los derechos fundamentales de
niños y niñas.
En
2005, en los países en desarrollo más de 65 millones de mujeres de edades entre
20 y 24 años, fueron registradas como casadas antes de cumplir los 18. Más de
30 millones de estas mujeres vivían en el sudeste asiático. En Nepal, el 7 % de
las niñas fueron casadas antes de cumplir 10 años de edad.
Foto 2: Octubre de 1901, el sexto presidente de la Iglesia Mormona, Joseph F. Smith, con sus 6 esposas y 48 hijos |
Foto 2:
La poligamia o matrimonio plural, como se le llama con
frecuencia, fue instituida por Smith como una práctica de la Iglesia
Mormona. Probablemente no hay tema más controversial para la Iglesia Mormona
que la poligamia, tanto entre sus miembros, como entre sus críticos. La Iglesia
oficialmente puso fin a la práctica de la poligamia en 1890, pero su condición
como una doctrina del mormonismo avergüenza y confunde a algunos de sus
miembros, y es explotada por los detractores de los mormones.
Las únicas razones de las Escrituras para la poligamia
son para multiplicar y henchir la tierra y levantar posteridad justa (Doctrina
y Convenios 132:63; Jacob 2:30). La Iglesia Mormona nunca ha renunciado a la
poligamia como una doctrina, a pesar de que actualmente la prohíbe en la
práctica. Se trata de un tema de gran controversia entre los creyentes y no
creyentes por igual, a medida que tratan de entender el evangelio con los
climas sociales y los tabúes actuales.
Los Wayúu: Habitan en el estado Zulia, Mérida y Trujillo y su territorio originario es denominado la Guajira, en el Municipio Páez, habitan entre Colombia y Venezuela
Arelis Uriana, Wayúu de nacimiento, cuenta como en su pueblo el hombre interesado en una mujer -que le corresponda- debe enviar en horas de la madrugada, a alguno de sus tíos maternos para que lo represente ante el padre de ella, y le notifique sus intenciones de unión con su hija (ó sobrina, pues allá se vale hablar también con los tíos maternos ya que ésta es una sociedad Matri-lineal).
Sí es aceptada ésta relación, las familias de ambos dialogaran y posteriormente fijarán la fecha de formalización de la “unión en Matrimonio”, mediante acta elaborada por los hombres del Cabildo Gobernador (especie de notaria), quienes establecerán además en dicho acuerdo, la fecha límite para que el novio cumpla, antes del matrimonio, con “La Dote” exigida por sus suegros, y la cual representa el merecimiento de aquel respeto, estima y aceptación que han de demostrarle, una vez él se convierta en el marido de su hija.
Fotos: 5 y 8
Los
Mosuo viven una región que estaba aislada del resto del mundo hasta la década
de 1970. Este grupo de 40.000 personas viven bajo las leyes del matriarcado.
Se
trata de una tradición nacida hace miles de años, cuando era normal el
matriarcado en la China rural, según dicen los sociólogos. El matrimonio
ambulante es, quizá, el legado de una época en la que era frecuente que los
padres murieran en guerras, vivieran como nómadas o fueran monjes budistas que
habían hecho voto de castidad y, por consiguiente, no iban a reconocer a su
descendencia. En ausencia de los hombres, las mujeres recogían las cosechas, daban
de comer a las familias e imponían las normas.
Los
miembros del clan eligen a una mujer de un grupo de hermanas para ser la
matriarca. Con la ayuda de sus hermanas, ella cuida de los asuntos económicos y
sociales de la clan-casa; es la administradora de todas las
posesiones del clan: la casa, los campos, los animales domésticos y el
alimento, así como los caballos, que son utilizados sobre todo por los hombres
del clan, de sus hermanos y de los hijos.
Casi
sin excepción, los hombres siguen viviendo, incluso después de ser padres, en
casa de su madre, y ayudan a criar a los hijos de sus hermanas.
Los
hombres y las mujeres nunca viven juntos; el hombre se encuentra, por las
noches, a solas con su amada. El hombre mosuo tiene, pues, que ejercer el papel
de tío donde se ocupa de los sobrinos. Los hombres están a cargo de la
ganadería y la pesca; aprenden estos oficios, de sus tíos y más hombres de la
familia tan pronto como tengan la edad suficiente.
Foto 6: Los
Himba:
Kaokoland,
una inmensa y casi despoblada región en el extremo septentrional de Namibia, es
la morada de una de las tribus más interesantes y mejor conservadas del
continente negro: la de los himba, de tradición familiar y ganadera.
En la
cultura Himba la imagen y el aspecto físico son, después del ganado, lo más
importante en sus vidas y no poseen otro arte plástico que el que crean sobre
su propio cuerpo. El adorno más valioso es el Ohumba, una concha de mar que
consiguen por intercambio con las vecinas tribus de Damaraland. Su peinado no sólo
tiene una función estética, realzando las líneas alargadas de la cabeza, sino
que además sirve para expresar la posición social. Pero lo que realmente hace
diferente a las Himbas del resto de las tribus del sur de África es el color
rojizo de su piel.
El
jefe de cada tribu es además su líder espiritual. Se permite la poligamia; sin
embargo el máximo de tiempo que un hombre puede pasar con la misma esposa sin
atender a otra es de dos noches. El sistema de administración de justicia gira
en torno a reuniones de los jefes de tribus para decidir el pago de la multa a
imponer; todas las multas consisten en un pago en cabezas de ganado.
Cada mañana la mujer himba realiza una serie de rituales para su aseo curiosísimos. Una de las mujeres de la tribu nos enseñó en qué consistían. Dentro de sus chozas guardan numerosos frascos de barro con diferentes ungüentos. En uno de ellos, el más grande, es donde tienen la mezcla de manteca de vaca y el polvo resultante de machacar una piedras rojizas. Con esto es con lo que cada mañana se untan el cuerpo. No sólo les da ese color rojizo típico de las pieles himba, sino que les sirve para protegerlos del sol y de los mosquitos. Con esto untan también sus cabellos dándoles las formas de trenzas, por ejemplo. El peinado de la mujer himba depende de su estatus dentro de la tribu.
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